• Fuera de stock
Dios Anubis momificación
search
  • Dios Anubis momificación

Dios Anubis momificación

53,00 €
Impuestos incluidos

Medida:

Cantidad
Fuera de stock

Pagos 100% seguros

Referencia: E301

Medida:

Tipo de artículo:

Material: Mineral reconstituido

Acabado: pintado a mano

La tumba de Senneden, Luxor, Egipto. 19. 1290-1224 De dinastía aC

El Dios Anubis se representa aquí embalsamando el cuerpo del Sennedjem oficial alto. El término embalsamar (Senefer) “dar la vida otra vez” y la casa que embalsamar (per nefer) “la casa de la vida”. Para los egipcios, la muerte era transitoria y la momificación permitía al difunto ser preparado para el viaje y para la inmortalidad. El proceso de la momificación duraba setenta días.

Este trabajo era realizado por sacerdotes especializados, estos sacerdotes no eran bien vistos por la población en general que los relacionaba directamente con la muerte.
Los familiares entregaban el cuerpo a los sacerdotes para su momificación.
Y en los casos de mujeres agraciadas físicamente, se esperaba a que aparecieran los primeros síntomas de putrefacción, pues se dieron casos (perfectamente documentados) de necrofilia.
Lo que sabemos de las técnicas se debe en especial al historiador griego Herodoto.

Allí se hace cargo de él un equipo de gentes especializadas que cuando se hallan ante el cadáver muestran a los parientes varios tipos en forma de maniquíes de madera pintada imitando los colores naturales. Y les dicen: Tal vez pueda interesarles este modelo, que es el más lujoso (se trata de Osiris) pero no me atrevo a pronunciar su nombre. Luego les presentan uno de otra clase más ordinario y económico, y por fin un tercero que es el más barato de todos. 
Una vez concluida la propaganda, piden a los parientes cuál de estos tratamientos desean para su difunto, y cuando unos y otros se han puesto de acuerdo en el precio, se vuelven a la casa los familiares, dejando el muerto en manos de los embalsamadores.
He aquí cómo se realiza el embalsamamiento más suntuoso:

Primeramente, sirviéndose de un gancho de hierro que introducen por las ventanas nasales, extraen el cerebro, pero no en su totalidad, pues una parte de él queda disuelto por las substancias medicinales que se inyectan.

Seguidamente, con un afilado cuchillo de piedra cortante de Etiopía se practica al cadáver una incisión en el flanco y le sacan las vísceras. 
Y cuando se las han limpiado y rociado con vino de palma, las pulverizan con especias molidas.

Luego rellenan el vientre con mirra pura triturada, finísima casia y toda clase de sahumerios, excepto incienso, y lo vuelven a coser. Después lo sumergen en un recipiente lleno de natrón (una solución de carbonato sódico), dejándolo allí por espacio de setenta días, pero no más, pues de lo contrario la sosa atacaría demasiado la carne. Pasado este tiempo se saca de nuevo el cuerpo, lo lavan bien, y le llenan el vientre con serrín de madera Los operadores juntan fuertemente las piernas del cadáver, lo cruzan de brazos, procediendo acto seguido a envolverlo totalmente, cara inclusive, con un sin fin de vendas impregnadas de goma que los egipcios usan generalmente en lugar de cola. Entonces los deudos se llevan el cadáver a casa y lo meten dentro de un ataúd de madera de forma humana, y cuando ya está dentro del féretro, lo arriman de pie contra la pared en la habitación del difunto

 Mientras se realizaba el proceso de embalsamamiento  un sacerdote que portaba una máscara del dios Anubis recitaba las fórmulas de encantamiento correspondientes.

"Te ponemos el perfume del Este, para hacer perfecto tu olor y poder seguir el olfato de Dios"
"Te traemos los líquidos que vienen de Ra, para hacer perfecto tu olor en la Sala del Juicio Final"

 

E301